La Unión Europea está decidida a acabar de una vez por todas con los barcos basura que todavía recalan en sus puertos y para ello ha aprobado un nuevo paquete de medidas de seguridad con el que se pretende evitar que se repitan accidentes como los de los buques Erika o Prestige. Una de las nuevas medidas consiste en la creación de una lista negra permanente, que afectará también a los navíos fondeados y no sólo a los que estén en puerto. Los controles, según ha informado a Gaceta Náutica el ingeniero naval y oceánico Rafael Velasco, serán más frecuentes. “Los barcos que hayan sido retenidos al menos en tres ocasiones en un periodo de tres años no podrán entrar en ningún puerto comunitario ni fondear en toda la Unión Europea”, ha explicado Velasco. Los buques que persistan en el incumplimiento de los criterios exigidos serán incluidos en la lista negra permanente y no podrán volver a entrar jamás en puertos europeos. Las medidas, acordadas por el Parlamento Europeo el pasado 11 de marzo con una abrumadora mayoría de 678 votos contra 18, se completan con otros paquetes relativos a inspecciones de buques, investigaciones en caso de accidente marítimo, seguros obligatorios y obligaciones del Estado de bandera.
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